La Luna En Una Noche Lluviosa N.8
El festival cultural ha terminado, y Kanon está convencida de que ha llegado su turno de conocer mejor a Saki. Con esa idea en mente, le pide ayuda a Ayano para aprender a hacer unos pastelillos llamados profiteroles, los favoritos de Sala. A pesar de su falta de experiencia en la cocina, Kanon pone todo su empeño en la tarea. Sin embargo, los profiteroles no salen como esperaba y justo cuando duda si dárselos o no a Saki, su madre la sorprende dejándola entrar sin previo aviso. Mientras tanto, la fecha y el lugar del recital de piano de Saki han sido confirmados. Con los panfletos en mano, piensa en quién le gustaría invitar, y su corazón responde de inmediato: Kanon, la persona que más anhela ver entre el público. Sin embargo, la duda la detiene... ¿Será correcto invitarla pese a su problema de audición?
Lo que no se puede ver y lo que no se puede reemplazar entre dos chicas.